Según los últimos datos facilitados por el Sindicato de Inspectores de Hacienda (Gestha), un porcentaje importante a pesar del riesgo que corre un propietario de que le ‘cacen’ ya que Hacienda ha extremado la vigilancia con nuevas herramientas que ponen a la Agencia Tributaria sobre la pista de un posible arrendamiento fraudulento. Los dos perfiles más comunes de defraudadores son los jubilados que alquilan su segunda residencia en negro para completar su pensión y también el que aquellos que compraron su vivienda duran el boom pensando que iba a tener una revalorización y ahora alquilan para pagar su hipoteca con ese arrendamiento sumergido. Gestha avisa sobre este fraude «poco sofisticado» que elimina el derecho a la deducción fiscal y da lugar a sanciones de hasta el 150% de lo defraudado.

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